Hoy día de los Padres, ésos que en número cuantificable podemos descubrir en la figura de tantos representadores de la Enfermería Española. Tantos que se pegan la vida "Padre" a costa de nuestra profesión con aval sindicalero, deontológico, de lobbis científicos, de históricos/as, de metodológicos, de docentes trasnochados, quiero felicitar, porque es de justicia, por su continuidad y tesón, por su gran carga de razones y "sufrimientos", a la Enfermería Argentina.
Años llevan viviendo una lucha por unas cuestiones perfectamente extrapolables, es más, de idéntica causa y génesis a los "males" profesionales españoles y con una gran diferencia en cuanto a líneas de reivindicación por el hecho, quizá, de reclamar desde un escalón de mundo "inferior", no acomodado.
Felicidades por tanto movilismo, cuestión que resulta complicada en mitad de este baile de osteoporósicas (con todos mis respetos).
Felicidades porque sois ejemplo de constancia y de líneas de reivindicación. En mitad de tanto cargo intermedio vendido al aparato pseudo-gestor y político de esta nuestra querida España.
Felicidades por vuestra capacidad de organización. No a expensas del oficialismo carca de saeta y paseillos por aparentar vigilia y recato a golpe de tambor.
Felicidades porque sois capaces de identificar a tanto hipócrita cuando en este "cono Norte" se confunden entre tanto destino-despacho.
Felicidades por saber mantenernos informados. Aunque nunca nadie os conteste y todo parezca parecernos "ajeno".
Un saludo
Antonio J. Valenzuela
Enfermero
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