Se comenta y refiere que S. Antonio es el patrón de los imposibles, además de serlo de los pobres. Pobres materiales y en recursos. Pobres en espíritu.
Es por ello que las mozas en edad casadera solían encomendarse al Santo en ese intento de que les saliera novio y cuando por la "vía normal" no se veían en excesiva recompensa relacional...
Hoy se celebra el día de S. Antonio en el calendario cristiano. Y ésto a mi me recuerda el grado de encomendación necesario que la Administración andaluza está haciendo en su apuesta por hacerse visible en ese espacio virtual y "blogosférico" y de las redes sociales que desde hace años venimos muchos manejando, y cuando hace tiempo reconocimos que ésto era un verdadero instrumento de comunicación con un poderoso potencial de interacción y renta comunicativa: De empatía y de libertad.
Yo siempre he huído de pensar que las cuestiones y los hechos son provocados por la casualidad. Como no creo que sea casual esta irrupción en las Redes de personajes políticos y responsables gestores que ahora adulan con su presencia todo un movimiento que ya estaba ahí y que además había requerido de su presencia en multitud de ocasiones invitando a esa adopción de actitud "horizontal y tangible". Quizá agotadas otras vías "normales" en el intento de presentarse aprensibles y cotidianos en discurso e imagen, a la vez y posiblemente, desfigurada por la imposibilidad de hacerse cercanos. O, hartos de sentir el que cualquiera los intuya como personajes alejados de la realidad, parece ser que ha llegado el momento de este ensayo, que queramos o no, ahí está y nosotros lo habíamos pedido.
Esperemos que el Santo nos obsequie con "el imposible" de esa tangibilidad que ahora se le oferta al colectivo. Bienvenidos todos a un espacio compartido, aunque no globalizado, y que debe insistir en ese intento de manejo y uso por un número cada vez mayor de profesionales y como para dar un verdadero sentido de herramienta y posibilidad de mejora a esa otra relación asistencial que se proyecta amparada en estos instrumentos reconocidos como apoyo y de innegable viabilidad.
El diálogo se podrá plantear como se quiera; lo que hará cambiar las cosas son las intenciones y el hecho de que las formas no se perviertan acabando en un mismo fondo de elitismo como el que muchas veces descubrimos y del que nos empeñamos en seguir huyendo... Sea como sea, yo me sigo preguntando lo mismo: ¿Dónde estaban entonces?.
Felicidades...
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