Aparte de todo lo "indignados" que podamos sentirnos, creo que no debemos perder de vista cuestiones planteadas por el último texto de Juan Gervás, con rotunda certeza y "evidencia"...
Llevamos años quejándonos del inmovilismo enfermero en general, de la decadencia y obsolescencia de reformas sanitarias llamadas a transformarse desde sus iniciales definiciones y una vez constatado el giro necesario a darles y su necesidad de reorientación. Reclamando una verdadera operatividad en cuanto al reparto de funciones; despotricando y crucificando a las enfermeras anquilosadas en su parcela de no implicación acomodada, intentando descubrir la broca que taladre ese techo de cristal descubierto y el cemento que "suture" tanta brecha digital que nos hace "distintos"...
Y cuando se escupen estas cuestiones o parecidas (si, ya, entiendo que con un punto de vista agresivo y quizá tendencioso), y se nos mete en un saco que está ahí y del que estructural, funcional y tediosamente, en momentos de bajón, no somos capaces de escapar o esperamos la ciencia infusa que nos lo transforme en el jauja profesional (si no, creamos nuestros particulares guetos enfermeros a base de "caricias" y adulaciones), arremetemos contra el mensajero olvidando quizá el mensaje, que quizá no sea tan hiriente como en este momento nos parece... Todo queda muy bien y muy aparente replicando corporativamente a cualquier tipo de ataque contra el colectivo pero, evidentemente, ese grado de "autocensura y crítica" que requerimos, es con lo que yo me quedo.
Siempre me han gustado las pajaritas y los sombreros: Para ser Friki también hay que saber y tiene sus riesgos y, la verdad, hacer discurso y música se pueden hacer de muchas formas:
Comentarios
Ya te he contestado en el muro del FB de la Enfermería frente al espejo : http://www.facebook.com/groups/135934636478563/ ya que ahí estábamos con el mismo tema y esta entrada al blog...