Todos lucen un curriculum de lo más variopinto en cuanto a actividad gestora concierne. Han hecho las veces de dirigentes médicos en distintos carros de los que puntualmente han tirado firme y diligentemente, tanto en Primaria como en Especializada. Sus títulos de médicos con el tiempo y la herencia familiar y amiguil, se ha ido tornando de aparato color y lealtad encontrada. Han encajado las formas y han hecho bandera de ellas. Una carrera como la que cualquier padre deseara para el mejor de sus hijos. Honor y Gloria para los que se van, a pesar de todos los cuestionamientos. Bienaventuranzas para los que llegan, a pesar de que ya se lo tengan aprendido y las formas no nos sorprendan en exceso. Reciclaje para todos, por el tiempo que llevan sin acercarse a un paciente.
Todos jugando a los médicos en ese baile de cargos gestores que perpetúan unas formas ya diseñadas de antaño inmovilismo. Suerte a tod@s. Nuestro discurso seguirá siendo encontrado. Tambien jugamos nuestro papel.
40 años despues del Mayo revolucionario quizá no quede más opción que seguir gritando las cosas que no nos gustan. Es nuestro derecho.
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