Me he resistido este año unas cuantas semanas a hacer una entrada nueva al Blog: Al tiempo que voy ocupando (ya he concluído y me he divertido mucho) en el intento de seguir y superar el curso de asesores al proceso de acreditación de competencias a través de la experiencia laboral y vías no formales de formación, y al dedicado a la redacción que estamos llevando a cabo de una Recomendación Profesional que esperemos sea difundida por la SEEUE y para la que estamos ensayando nuestro particular entorno de trabajo colaborativo dentro del grupo de urgencias en Atención Primaria, hay que unir de nuevo el grado de apatía y desidia que me provoca el panorama convulso y revuelto que en esta época coincidente post y pre comicios electorales estamos viviendo (que nos ha emparedado en un bocadillo existencial y cronológico aderezado de crisis, sentencias judiciales históricas, promesas rotas y un "gargarear a coro" intentando encontrar voz propia después de años de ventriloquía de discurso ajeno, en el que much@s solamente han movido la boca y ya no reconocen ni tan siquiera su patética voz, anticipándose ahora a lo que pueda venir).
Situación ésta que nos demuestra una vez más cuanta mentira, oportunismo electoral, adicciones al poder y desesperada militancia reina en este hipócrita mundo en el que vivimos. Muy a pesar de toda la carga emocional y de "actitud" que se nos quiera vender y que evidentemente es necesaria, al menos en la esfera del autoconsuelo y a rio revuelto.
Me maravillo y congratulo de nuevo por ser afortunado huesped de este mundo virtual en el que, a pesar de mirar por el retrovisor como actitud autoelegida (y autosufriente), me brinda la posibilidad de seguir aprendiendo un montón de cosas y de ser espectador de otras tantas de tanta carga demagogica escondida.
Ayer seguí la Jornada de liderazgo emocional que se llevó a cabo en la EASP, donde intuyo que se dieron cita un heterogéneo grupo de profesionales, directivos y gestores varios de la jungla del SSPA y de nuevo, aparte excepcionalidades empujadas por el buen rollo, la actitud sincera, y las ganas infinitas de cambiar las cosas (enfermeras en minoría "acatada", impuesta y "consentida") reconocí, a través del streaming ofertado, a muchos afectados de la necesidad de cuarentena (de cuarenta años de aislamiento por lo menos) que evidentemente "tienen lo que no se merecen", por ser de los sinvergüenzas que refería Alex Rovira, y que necesitan una vacuna intravenosa contra un mal endémico que los que estuvísteis en la Jornada, no sé si llegásteis a observar a la hora del café en aquel bello patio de la Escuela: La Broncemia. Que requiere altas dosis de desprendimiento de esa chaqueta metálica que se han ido forjando con el paso de los años y que, al menos yo, espero que en los próximos meses se les funda dejando al descubierto ese alma que necesite impregnarse de todos los atributos y recetas ayer manejados en esa Jornada y como verdadera cura de humildad.
Enhorabuena a los conductores de la misma y a tod@s vosotr@s por habernos hecho partícipes de lo allí cocido y de vuestras reflexiones: #emocionyliderazgo
Enhorabuena a los conductores de la misma y a tod@s vosotr@s por habernos hecho partícipes de lo allí cocido y de vuestras reflexiones: #emocionyliderazgo
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