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-Las Redes sociales, comunicación y organizaciones sanitarias
según San @manyez
Si algo distingue a este
mundo 2.0 es, posiblemente, su “heterodoxia” reinante en cuanto a formas,
discursos, maneras y reputaciones de las que han venido a llamarse “digitales”
u “online”.
En algo tan incipiente
como la comunicación a través de las redes sociales (rrss), y más en concreto
en el entorno sanitario, donde un enorme potencial relacional
profesional/usuario/paciente se empieza a ensayar, han sido pocos los
aventurados (Bien?) en adentrarse en el análisis certero y elocuente de algo
que, desde un principio, se ha caracterizado por la falta de ataduras y dogmas:
No es la fe lo que mueve, seguro, esta montaña sino el día a día y las
aportaciones como las de algunos “evangelistas” como Miguel Ángel Máñez.
(Resumen/comentarios a su
presentación en la sesión virtual del curso de Comunicación en las
organizaciones de la EASP 2013):
La Web y el entorno 2.0 es
mucho más que tecnología. Es capacidad de interacción y creación colectiva bajo
un diseño centrado en el usuario, a pesar de soportar unos atributos que requieren de un “mimo” especial como para no
ser abandonada o manejado sin ese aporte de valor añadido que se les intuye. Son:
-Fugacidad
-Riesgo de viralización
(tanto para lo “bueno” como para “lo malo”).
-Fragilidad (Aún es sus
cimientos y fronteras, que no las posee).
-Tendencia inmediata al
olvido y facilidad de manipulación con una gran dosis y tendencia a la ifoxicación si no se sabe ser
“selectivo”.
A todas luces, la web 2.0
supone un cambio de paradigma en cuanto a los roles comunicativos: Ya no somos
el centro. Somos una parte.
El riesgo está en la gran
acumulación de información proveniente de multitud de fuentes en las que la
calidad de los contenidos puede verse muchas veces en entredicho. Para lo cual
un ejercicio y actitud selectiva, aparte los cánones y estándares que se van
planteando, pueden servir como filtro. Ya que la red se transforma en un medio
de cultivo donde la “viralización” puede condicionar tanto los buenos como los
malos resultados, ya que la conversación sin fondo y el gran potencial de
redifusión juegan, a partes iguales, como un espejo dentro del espejo…
Ciencia y curanderismo conviven en un medio
accesible a todos donde muchas veces asir lo inmediato no es lo más sano ni
aconsejable en esa búsqueda del por qué de las cosas.
El medio, a la vez, se
hace atractivo por la multitud de recursos y formatos que posibilita, haciendo
de la difusión de los contenidos algo multimodal: Imágenes y vídeos no están
reñidos con la fiabilidad, utilidad y respeto por las preferencias del usuario,
que en esencia busca interacción, conversación, apoyo y el estar rodeado de más
gente en ese ejercicio de creación y difusión colectiva de información en el
que se convierte la presencia en red de cualquiera con un mínimo de
aspiraciones colaborativas, individual u organizacionalmente.
Pero ese espíritu
precursor de muchos de los movimientos iniciales en la Red, en este entorno
sanitario 2.0, pueden verse dolidos de falta de dinamismo por la no existencia
de una figura que lleve a cabo todo un planteamiento estratégicamente
proyectado: “El voluntarismo tiene fecha de caducidad” y es esencial tener en
cuenta y presente que “La Salud son
conversaciones” y que el contagio social es terapia, siendo las redes
online un reflejo posiblemente de las mismas redes físicas en esa búsqueda del
apoyo social de pares y/o expertos.
La cuestión radica en
saber si estamos preparados para ello, si las organizaciones están listas para
la opinión del ciudadano que ahora adopta un nuevo rol a través de este espejo
y donde se hace oír, asumiendo un papel protagonista y donde la oferta a la
participación tiene cientos de ubicaciones y recursos; siendo la transparencia,
posiblemente, el mayor de los raseros que va a otorgar y mantener la reputación
de cualquier organización o cualquier individual presencia condicionada por la
opinión, y crítica del resto, a través de la participación y la invitación
constante a ello desde esas mismas organizaciones.
Ese es el reto: ¿Lo asumimos,
aceptamos y lo hacemos grande?.
(Gracias a Miguel Ángel
Máñez por su ejemplificada exposición de “El estado de las cosas” en esa clase
virtual del 17 de Septiembre en la EASP).
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